La novación hipotecaria

La novación le va a permitir renegociar con su entidad financiera las condiciones de su hipoteca sin tener que cambiar de entidad. Los cambios que realizará podrán abarcar el importe pendiente, ampliando, por ejemplo, el capital, si necesita disponer de una mayor cantidad de dinero; el plazo de amortización, tanto para aumentarlo como para reducirlo; el tipo de interés, mediante la disminución del diferencial; el titular del préstamo, por causas como el fallecimiento o el divorcio; el sistema de liquidación, el índice de referencia utilizado, etc.

Consecuentemente, la novación implicará una serie de gastos que variará dependiendo del tipo de modificaciones. Usted deberá pagar la comisión del banco (negociable con la entidad); los gastos de tramitación de notario, Registro de la Propiedad; de la gestoría y de tasación y el pago del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, únicamente si se incluye en la modificación una ampliación del importe de la hipoteca.

¿Cuándo conviene realizar una novación hipotecaria? La novación le permitirá mejorar las condiciones financieras de su hipoteca, a pesar de los gastos que conlleva. A la hora de elegir entre una novación o una subrogación (cambiar el préstamo de una entidad a otra) conviene conocer qué opciones permite realizar cada una de ellas. La novación le permitirá ampliar el capital y añadir titulares en el préstamo, al contrario que en la subrogación, y los gastos serán menores.

INFORMACIÓN Y PRESUPUESTO ON-LINE